Servicio al cliente
Primero debemos comprender nuestra expectativa de
proyección: es el momento de la primera impresión que los clientes tienen sobre
nuestra empresa, al relacionarse con nuestros vendedores. Después necesitamos
identificar la realidad: la imagen que tendrán después de experimentar nuestra
atención y los tiempos de respuesta. Ahora, comparémoslas:
Si te conoces,
conocerás a tu cliente
La función principal que los productos o servicios deben
cumplir es satisfacer las necesidades del cliente; siempre deben generar
soluciones y evitarles problemas, a toda costa. Para lograr eso, no solo
debemos enfocar la calidad en nuestros resultados; también hay que analizar
nuestra logística de soporte al cliente. ¿Cuándo debemos estar disponibles?
¿Cuál será el momento donde, posiblemente, el cliente nos pedirá ayuda con el
producto o servicio que le prestamos? ¿Qué tan valiosos son nuestro estilo de
atención y nuestra capacidad de respuesta? Si no somos claros respecto a esto,
podríamos estancarnos en una burocracia establecida por nosotros mismos:
nuestros procesos serán pesados y complicados, nos harán confundir los medios
con los fines y nos conducirán a la obsolescencia.
Que los clientes sean
tus jefes
Existe una tendencia en la que es más importante complacer a
los jefes que a los clientes. Esta práctica puede llevarnos a cruzar la delgada
línea entre un cliente que requiere ser atendido y uno potencialmente furioso
con el servicio. Este sentimiento final dependerá, totalmente, de la forma en
que el cliente es tratado durante la resolución de su problema. Para brindar el
mejor soporte, debemos preparar y atesorar al personal que da la cara. Su
actitud y el buen manejo de los primeros segundos de atención marcarán la
diferencia en la impresión que el cliente se llevará del negocio. La peor
decepción de un cliente es sentir que, al atenderlo, el negocio está haciéndole
un gran favor.
Sé un reflejo de tu
cliente
El primer momento de la verdad es cuando el cliente y el
empleado interactúan por primera vez. El consumidor necesita hablar con alguien
que está comprometido con su trabajo, que se conduce con energía y cordialidad,
y que es conciso en sus respuestas. Para el cliente, este colaborador
representa a la compañía; por eso, dicho empleado debe hacerle sentir que su primera
prioridad es resolver su problema. Necesita brindarle toda su atención y
dirigirlo con el departamento que podría solucionar su queja rápidamente, para
ganar su confianza y su lealtad.
Visita nueva,
experiencia nueva
Al interactuar con el cliente, cada situación debe tratarse
como un escenario único. Así, será prioritario crear un ambiente de confianza
para manejar todo el proceso con la mayor eficacia posible. Los consumidores
quieren ser atendidos por personas capaces de resolver problemas, que tomen
decisiones y que piensen más allá de las normas, para darles la mejor solución.
Al final del día, el tiempo y la reacción de los empleados
frente a los clientes determinarán el posicionamiento del negocio y su
permanencia en el mercado.

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