¿Oficina ruidosa?
En medio de una fuerte tendencia por crear oficinas más
abiertas y colaborativas, algunos trabajadores comienzan a ver una falla clave:
el ruido. Los sonidos irritantes pueden provenir de diferentes fuentes, como el
aire acondicionado, tonos de llamada molestos, tráfico, construcciones y,
especialmente, de las voces de otras personas. ¿Pero hasta qué punto tener una
oficina o compañeros estridentes es un problema para las empresas?
El ruido en la oficina es más que sólo un síntoma de
problemas de productividad. De acuerdo con expertos de Steelcase, líder mundial
en diseño para entornos laborales, los espacios poco propicios para el trabajo
y la concentración afectan en gran medida el bienestar de los empleados,
elemento vital en el camino hacia la innovación, necesaria para crear empresas
más prósperas.
“Significa una enorme carga en los corazones y cerebros de
las personas, así como en los oídos”, explica el doctor Wolfgang Babisch,
investigador especializado en ruido ambiental de la German Federal
Environmental Agency. Debido a que éste activa el sistema nervioso, aumenta la
presión de la sangre y libera hormonas de estrés; con el paso del tiempo, estas
respuestas instintivas afectan también al sistema cardiovascular, provocando
tanto enojo, como agotamiento.
“Hay diversos estudios que demuestran que el sonido más
destructivo es el de las conversaciones de otras personas”, indica Julián
Treasure, presidente de la agencia consultora británica The Sound Agency,
argumentando que contienen información que el cerebro, inevitablemente, intenta
procesar. Además, el especialista indica que el problema suele agravarse, ya
que las personas hablan más fuerte conforme el ruido a su alrededor es mayor,
algo que se conoce como el efecto Lombard.
Resolver el problema del ruido en los espacios de trabajo es
un reto, pues la acústica no suele ponerse entre las prioridades al diseñar
entornos laborales y no existe un equilibrio entre espacios abiertos y lugares
para trabajo individual. En ese sentido, la planeación de espacios que
armonicen el trabajo y el bienestar de las personas no significa descartar por
completo los entornos en los que las personas conviven, sino crear un balance
entre esquemas colaborativos y de trabajo individual.
“Al ser opuestos, no quiere decir que un sistema de trabajo
sea mejor que el otro”, asegura Mario Cantón, director de marketing y consumer
experience de Steelcase México. “Los entornos ruidosos hacen que los
trabajadores que requieren de mayor concentración se sientan estresados, pero
la posibilidad de comunicarse sin restricciones es muy valiosa para cierto tipo
de proyectos y áreas. En otras palabras, las oficinas deben crear espacios en
los que ambas formas de trabajo coexistan”, agrega.
De tal forma, la solución al ruido en la oficina requiere de
diferentes entornos proyectados conscientemente para tareas y formas de trabajo
específicas, que bloqueen el ruido natural de la ciudad o el contexto, así como
el de las interacciones entre las personas. Esto con el fin de que,
individualmente o en grupos pequeños, las personas sean más creativas y
productivas, sin verse afectadas emocional ni cognitivamente.
“Es imposible evitar el ruido en un espacio donde muchas
personas conviven por más de ocho horas. Sin duda, combatirlo también infiere
una mejor cultura laboral, pero el diseño de espacios que contemple una buena
acústica y lugares a la medida, tanto para el trabajo aislado como el
colaborativo, es un gran aliado para proveer de mayor efectividad y bienestar a
las oficinas de hoy”, concluye Cantón.

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