¿Lo deberías despedir?
Una de las cosas más complicadas al tener una empresa es
contratar a la gente correcta, por ello, cuando alguien no funciona como debe o
incumple las expectativas, todo empleador y/o jefe se enfrenta a la disyuntiva
de si debe despedirlo o no. Aún más porque para evitar entrar en problemas
legales las causas deben ser justificadas.
¿Qué razones puede dar un empleado
para ser despedido y, por tanto, deberías considerar removerlo de la empresa?
Que se descubra que presentó documentación falsa para ser
contratado: ya sean certificados, cédula profesional, un currículum alterado,
etcétera, los cuales además podrían darle beneficios inmerecidos.
Cometer un acto de violencia o injuria grave, ya sea contra
jefes, compañeros de trabajo o personas que laboren en la empresa (veladores,
conserjes, etcétera). También se incluyen las ofensas verbales.
Ser culpable de acoso sexual contra otro miembro de la
empresa y que se haya comprobado.
Si al trabajador se le comprueba haber incurrido en algún delito
(si se le detiene preventivamente por más de 30 días se le puede despedir; sin
embargo, si es absuelto debe ser restituido), especialmente si es en contra de
la compañía o incluso si cometió alguna
conducta inmoral en el lugar de trabajo o durante el desempeño de sus labores.
También aplica si fue arrestado y la causa es lo suficientemente fuerte como
para sacarlo de la empresa.
Si hay un incumplimiento de algún contrato de
confidencialidad o si la persona comparte secretos inherentes al puesto de trabajo
y su actuar es perjudicial para la empresa.
En caso de que el empleado sea improductivo tomando en
cuenta la capacidad del trabajador y el rendimiento promedio del trabajo. Sin
embargo, se le debe hacer un llamado de atención previo y esperar que el problema
se corrija en un lapso de tiempo razonable.
Muchas veces de una mala actitud se desprende una constante
inejecución de las obligaciones laborales asignadas o el incumplimiento de los
compromisos legales que se aceptaron con la firma del contrato. Esto también es
causa de recisión.
Si la persona se niega a aceptar las medidas de prevención o
curativas que hayan sido prescritas por el médico o las autoridades con el fin
de evitar enfermedades o accidentes.
Cuando el empleado muestra ineptitud en la realización de
las funciones que se le encomiendan.
Si la persona se ausenta constantemente del trabajo o
reiteradamente es impuntual a la hora de arribar a la oficina.
Tener una actitud tóxica que contamine el ambiente laboral
(como que se queje constantemente en lugar de trabajar) y/o mostrar falta de
disciplina y desobediencia hacia los superiores. Es recomendable que
previamente se levanten actas administrativas o sanciones disciplinarias y en
caso de que no haya mejora, se pase al despido.
Que los clientes y/o proveedores se quejen de trabajar con
el empleado porque no atiende sus demandas y necesidades adecuadamente o porque
tiene una mala actitud y es petulante.
Cuando por razones económicas la empresa debe prescindir de
los servicios de algún o algunos trabajadores mediante el recorte de personal.

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