Informalidad en jóvenes.
Arleth Leal, Directora Asociada
“Informalidad Laboral en los Jóvenes”
México hoy tiene el enorme reto de disminuir la informalidad
laboral, situación en la que se encuentran 29 millones de trabajadores del
país, contra 22 millones que se encuentra en la formalidad. Cerca de un 60% de
los trabajadores en México se desempeña en empleos informales.
Si bien, las afectaciones de la informalidad se presentan en
todos los sectores de la actividad económica del país y también en distintos
grupos de la población, son los jóvenes los más vulnerables.
Los principales afectados por el desempleo en México son los
jóvenes. Las cifras oficiales muestran que la mayoría de quienes no encuentran
trabajo son personas de entre 14 y 29 años de edad.
Se estima que solo 4 de cada 10 jóvenes en México logra
acceder a un empleo formal.
Lo anterior es preocupante pues contribuye a generar
desaliento y frustración entre quienes sienten que no encuentran las
oportunidades que se merecen y cuando finalmente logran conseguir un empleo
suele ser en la informalidad, con malas condiciones laborales, inestabilidad,
bajos salarios, sin protección ni derechos.
Está comprobado que los jóvenes que se insertan en el
mercado laboral en un empleo informal, permanecen en éste por un largo periodo.
En México las transiciones laborales que tienen los trabajadores suponen una
pérdida de salario o de beneficios.
El ingreso promedio de los trabajadores mexicanos que
laboran en el sector formal es 38% superior al que reciben los trabajadores que
se desempeñan en la economía informal, quienes además de ganan menos y carecen
de seguridad social. En un empleo formal el ingreso promedio es de 3.6 salarios
mínimos; mientras en la informalidad es de 2.24 veces el salario mínimo.
El gran desafío es hoy el de brindar a la fuerza laboral
juvenil un lugar activo en el mercado de trabajo que reúna los atributos de un
trabajo decente. Una estrategia efectiva para abordar el problema del empleo
informal requiere considerar al menos tres ámbitos de intervención
complementarios.-
1) La necesidad de generar empleos formales y de calidad:
Hoy los empleos creados por la empresa son insuficientes para el gran número de
jóvenes que día con día se agregan a la fuerza laboral.
2) Promover el empleo juvenil a través de políticas e
instrumentos (programas, leyes, incentivos fiscales, etc.) que tengan como
objetivo central el lograr la integración de este colectivo en trayectoria de
trabajo decente.
3) Establecer estrategias desde la parte de Recursos Humanos,
orientando a los jóvenes sobre los beneficios que trae un empleo formal,
incluso pensando en el futuro, un esquema de pensiones y orientarlos, para
dirigirlos en un empleo conforme a sus habilidades laborales.
Aunque el desempleo juvenil no es un fenómeno nuevo, si se
continúa la tendencia actual de falta de políticas dirigidas específicamente a
los jóvenes, es probable que siga deteriorando la participación y condiciones
de trabajo de este grupo de la población económicamente activa.
La informalidad laboral en los jóvenes es un tema casi tan
importante como el problema de la educación en los niños, porque las
consecuencias y los problemas sociales, económicos y políticos que arrastra
pueden ser muy graves. la OIT señala que la situación creciente del desempleo
juvenil tiene implicaciones no sólo para los jóvenes afectados y sus familias,
sino también para la sociedad y la economía de los países. La reducción de la
informalidad será un componente esencial de los esfuerzos para reducir la
desigualdad y la exclusión social.
En la actualidad, en México se presenta la oportunidad de
avanzar en el campo señalado, tanto mediante la aplicación de un programa
específico para la formalización del empleo, como con próximas reformas
destinadas a mejorar la protección ante el desempleo juvenil.
FUENTE:elpulsolaboral.com

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