Comunicación efectiva.
Técnicas
de comunicación eficaz en 7 claves
Activar la escucha activa
Comunicarse no es hablar. Hablar es solo una parte esencial
de la acción de comunicar. Para que haya comunicación eficaz, debe existir un
intercambio recíproco del mensaje.
Así que es tan importante lo que decimos
como entender el mensaje del otro interlocutor.
Y cuando se habla de “entender” se hace referencia a un esfuerzo
consciente por comprender qué quiere decir con sus palabras. Incluso ir un poco
más allá: ¿cuáles son sus objetivos? ¿Qué sentimientos está expresando? Hay que
ponerse en el lugar del otro. Esa es la premisa base a considerar en las
técnicas de comunicación eficaz. Sin no la tienes, no hay comunicación. Habría
dos monólogos que no se cruzan entre sí. Lo que se busca es un diálogo.
Claves
para el éxito en la gestión de personas
Parafrasear
al otro
Entre las técnicas de comunicación eficaz basadas en la
comprensión del otro existe una realmente interesante para sobreponerse al “ruido”
que puede interferir en la buena comprensión. Parafrasear a la otra persona
resulta un ejercicio práctico que realmente funciona. No se trata de repetir
como un loro. Se trata de sintetizar lo que el otro ha dicho con tus propias
palabras utilizando expresiones como: “Si no he entendido mal…”, “Lo que
quieres decir…”, etc. Así comprobarás sin romper el diálogo si existe o no
coincidencia.
Una cita de Pierre Rataud, autor del libro Preguntas que te
hacen vender explica a la perfección la importancia que tiene parafrasear para
lograr una comunicación eficaz:
“Yo sé que usted
cree comprender lo que piensa que yo he dicho, pero no sé si se da cuenta de
que lo que usted ha oído no es lo que yo quería decir”.
Las
expresiones de refuerzo
¿Has mantenido la escucha activa durante todo el tiempo que
duran tus conversaciones? Si crees que sí, aunque el tema sea realmente
interesante, te equivocas. Durante cualquier diálogo se producen picos de
atención. A mitad del mensaje, casi sin darnos cuenta, prestamos mucha menos
atención que al inicio. Es por eso que es importante el uso de expresiones de
refuerzo para una comunicación eficaz. ¿Cómo se hace esto? Por ejemplo,
utilizando interjecciones o expresiones como: “Bien”, “Ok”, “Ajá”, “¡No me
digas!
Eso sí, la clave de esta técnica de comunicación eficaz
está en usarlas con moderación. Solo serán correctas si con ellas se evita que
la otra persona sienta que ha sido interrumpida.
El
problema no son las personas
En el ámbito empresarial se exige en muchas ocasiones que
las técnicas de comunicación eficaz sean capaces de transmitir los fallos que
se cometen. ¿Cómo hacer esto evitando que el otro se sienta dolido o se
moleste? ¿Cómo conseguimos que nuestro mensaje no pierda el sentido sin dejar
de ser asertivos? Puede parecer algo imposible, pero la clave está en enfocarlo
todo hacia las acciones, hacia el problema en sí mismo, olvidándose de las
personas. La clave está en cambiar el “Ser” por el “Hacer”.
“Este informe tendría que estar ya terminado” es mucho
mejor que “Mira que eres ineficaz”. Atribuir etiquetas funciona como refuerzo
de la actitud. Al utilizarlas como calificativos personales negativos solo se
consigue arraigar esa conducta en la persona.
No
dejar pasar los temas
Aunque esto también ocurre en el ámbito personal, es
importante que seas capaz de evitar temas controvertidos solo porque temes las
respuestas o resultados dentro del mundo laboral. Acumular los problemas sin
razón solo conseguirá una cosa: hacerte estallar. Esto implicará que la
comunicación eficaz desaparezca. Todas tus reacciones, en una situación
semejante, serán exageradas provocando una sorpresa enorme en la persona con la
que te comunicas. Ella no se lo espera e interpretará como desproporcionada tu
actitud creándose una imagen que no coincide con tu realidad. Así es cómo se
rompe el equilibrio.
¿Qué puedes hacer para evitarlo? Fomentar la buena
comunicación. Esto es, afrontar los temas, especialmente los negativos en el
mismo instante en el que se presentan. Aunque se trate de detalles o fallos
nimios, se conseguirá evitar los efectos negativos de la acumulación.
Evitar
los reproches pasados
Los trapos sucios se lavan en casa. Y la empresa no es el
hogar, aunque se pasen muchas horas en ella. Esto hay que grabarlo en la piel y
recordarlo día a día. Todos los días se plantean nuevos retos, y muchos de
ellos se llevan a cabo con personas con las que ya se trabajó.
Sacar errores
anteriores e insistir en problemas que no quedaron resueltos es apostar por una
técnica de comunicación muy poco eficaz. ¿Qué se consigue? Solamente romper el
hilo de comunicación y entendimiento haciendo que la otra persona también se
ponga a la defensiva.
Se entra pues en una espiral del “y tú más”.
Se debe recordar que el objetivo de la técnica de
comunicación eficaz es buscar una solución ante un problema. Nunca será el de
buscar culpables o víctimas. Mucho menos hechos de los que quizá una de las
partes ni se acuerde. Y si se acuerda, no tienen relevancia ninguna para lo que
te ocupa actualmente.
Ser breve, conciso y directo
En el ámbito empresarial hay que buscar la brevedad. Pero
esa brevedad debe a la vez ser concisa y directa. Quizás en otros aspectos de
tu vida sí que puedas apostar por explayarte, pero no en este caso.
De lo
contrario, tus interlocutores pueden acabar interpretando que les haces perder
el tiempo.
Lógicamente, esto no resultará en absoluto eficaz sino más bien lo
contrario. Puede que te encuentres en situaciones tan absurdas como que algunos
compañeros huyan de ti cada vez que tienen ocasión.
La clave está en expresar tus planteamientos de la forma
más breve, concisa y directa posible, de modo que el fondo del mensaje no quede
diluido por informaciones irrelevantes.
FUENTE:escuelamnagement.eu

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