SCALE-UPS
Para los emprendedores consolidados, convertir su startup en
una scaleup es uno de los inevitables dolores de cabeza que tendrán que sufrir.
El cambio de mentalidad no es una transición que se dé fácil, pues desarrollar
un producto es una tarea completamente diferente a venderlo y crecer una
empresa; llevar el negocio al siguiente nivel llega a ser tarea de titanes.
Para que una empresa pueda ser considerada una scale-up
necesita tener un retorno anual promedio mayor al 20% durante los últimos tres
años y tener por lo menos 10 empleados, de acuerdo con la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
1. Para crecer es necesario cambiar de paradigmas
Muchas start-ups con aspiraciones de convertirse en
scale-ups fracasan porque no son capaces de comprender que la etapa de despegue
terminó y que ahora es necesario comenzar a pensar en cómo pasar a la siguiente
etapa. Sin embargo, si los dueños de negocios logran identificar las nuevas
necesidades de su negocio en crecimiento, entonces será más fácil encontrar el
camino.
Imagina que tienes una empresa que quiere vender un sistema
digital de pagos para comercios. Durante la primera fase necesitarás enfocarte
en desarrollar un sistema sólido, por lo que necesitarás programadores y
especialistas en materia de finanzas, pero una vez que esté listo, tu necesidad
más apremiante será ahora una fuerza de venta de campo para ofrecer tu
producto. Entonces tu rol como directivo será operar una compañía, ya no de
desarrollo, sino una que vende una tecnología para un nicho específico.
2. Identifica los cambios que necesitas
A medida que las startups pasan a la etapa de crecimiento,
es necesario que estandaricen sus procesos de negocio para que las grandes
experiencias pueden ser reproducidas de manera constante. Esto solo se logra
incorporando experiencia en los procesos y estructuras que mantengan a flote a
la empresa.
3. No tengas miedo de incorporar talento
Tener una buena idea es tan solo el comienzo de un negocio,
pues el verdadero reto para escalar consiste en poder llevarla a la práctica
efectivamente, sin olvidar que las habilidades que se requieren para ambos
procesos son completamente distintas, por lo que puede que incluso como
directivo tus habilidades se queden cortas.
Si un emprendedor se mantiene enfocado en lo que funciona y
deja de lado aquello que no funciona, si innova continuamente y pule sus
procesos, entonces su startup escalará para convertirse en una scale-up,
creando más empleos, generando más ingresos y logrando un impacto más positivo
con sus clientes y con el público al que se dirige.
Actualmente en México, las empresas que pueden ser
consideradas scale-ups sólo representan el 6% de las compañías, pues muchas se
quedan atascadas en alguna etapa del proceso de crecimiento.

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